domingo, 23 de enero de 2011

LOS BENEFICIOS DEL EJERCICIO FÍSICO

El ejercicio físico es imprescindible para mantenernos sanos, contrarresta los efectos de la vida sedentaria y disminuye el estrés.

Al movernos la sangre transporta mayor cantidad de oxígeno a los músculos aumentando así su capacidad de trabajo.

Si comenzamos a hacer gimnasia, al cabo de varias semanas, disminuirá la frecuencia cardiaca en reposo y  no aumentará tanto cuando hagamos ejercicio.


Conviene combinar el trote con ejercicios repetitivos de estiramiento y fortalecimiento de los músculos, la frecuencia ideal sería hacer tres horas por semana.


La actividad aeróbica regular produce un alargamiento de la fibra muscular cardíaca, provocando un aumento de las cavidades cardíacas.

Por tanto, cada vez que se llena, la cantidad de sangre va a ser mayor. De ese modo la cantidad de oxígeno transportado también aumenta, mejorando la irrigación de los tejidos.


Otro de los efectos positivos es la reducción de la frecuencia cardíaca en reposo, en otras palabras el corazón trabaja menos para realizar la misma tarea que antes.


Esta eficiencia cardíaca en las personas entrenadas puede apreciarse también en el momento de hacer ejercicio o un esfuerzo físico.


Las personas no entrenadas se cansan antes que el entrenado, porque tienen que hacer latir más veces el corazón para bombear la misma cantidad de sangre; por tanto realiza el mismo nivel de trabajo con menos esfuerzo.


El ejercicio de fuerza
por su parte induce adaptaciones en el sistema muscular y lógicamente en las enzimas, que son moléculas encargadas de realizar reacciones químicas diversas.

Una de las modificaciones más visibles es el aumento del tono muscular de base y del volumen transversal de la fibra. El aspecto es de un cuerpo más esbelto y firme.


Esta hipertrofia sirve para aumentar la fuerza y también como amortiguador de los impactos externos que se producen al realizar cualquier movimiento físico.


Pero lo más importante es que el incremento de la masa muscular induce una elevación de la eficacia en metabolizar triglicéridos, en otras palabras, quemas grasas estando aún en reposo.


En resumen, el ejercicio aeróbico
permite que disminuya la fatiga durante los esfuerzos y hace quemar calorías durante la ejecución del mismo. Los ejercicios de fuerza modifican tu postura y aspecto corporal y asimismo, aumenta tu capacidad para quemar grasas en reposo.



ANTES DE HACER EJERCICIO FÍSICO

-Consulta con tu médico si padeces de tensión alta, problemas cardiacos, diabetes o dolores de espalda.

-No hagas más de 20 minutos al principio.

-Parar si pierdes el aliento o sientes malestar

-No hagas ejercicio si estás cansado o enfermo

-No comas dos horas antes.

-Hacer siempre calentamiento para prevenir lesiones.

-Usar ropa holgada, de algodón y calzado deportivo de calidad.